EMBARAZO
Los métodos hormonales son claramente una opción mientras estás amamantando, pero no todos ellos son adecuados: no se deben usar los productos que contienen estrógenos porque esta hormona puede afectar la producción de leche. Por otro lado, las progestinas sí son una opción, especialmente aquellas con efectos “locales” como los sistemas intrauterinos (SIU). El volumen y la composición de la leche no se efectan. Las inyecciones de cada tres meses, las píldoras con solo progestinas y los implantes hormonales son otras opciones anticonceptivas para las mujeres que amamantan. Pide más información a tu médico o profesional de la salud.
Al inicio del embarazo los cólicos uterinos pueden indicar cambios normales del embarazo secundarios a cambios hormonales; más adelante en el embarazo, pueden indicar que el útero está creciendo. Los cólicos diferentes a los de embarazos previos, los cólicos que van empeorando o los cólicos asociados con cualquier sangrado vaginal pueden ser signos de embarazo ectópico, amenaza de aborto o aborto retenido.
Hay otros efectos físicos normales durante el embarazo que no son necesariamente signos de enfermedad como náusea, vómito, aumento del perímetro abdominal, cambios de los hábitos intestinales, aumento de la frecuencia urinaria, palpitaciones o latidos cardiacos más rápidos, hinchazón de los tobillos y falta de aliento.
El útero regresa a su tamaño de antes del embarazo en aproximadamente 6 semanas después de que terminó el embarazo. Esto se logra mediante un proceso llamado involución. Durante este proceso, el útero tiene contracciones que la mujer puede sentir, especialmente al amamantar al bebé.
Generalmente el primer síntoma del embarazo es la falta de menstruación, aunque las mujeres con ciclos irregulares pueden no reconocer en un inicio la falta de menstruación como embarazo. Durante este tiempo, muchas mujeres sienten la necesidad de orinar frecuentemente, fatiga, sueño, náusea y/o vómito y aumento de la sensibilidad mamaria. Todos estos síntomas pueden ser normales. La mayoría de las pruebas de embarazo que se venden sin receta son sensibles 9-12 días después de la concepción y se pueden conseguir fácilmente en la mayoría de las farmacias. Realizar estas pruebas tempranamente ayuda a evitar confusiones y adivinanzas. La prueba de embarazo en sangre (realizada en el consultorio o en un laboratorio) puede detectar el embarazo 8-11 días después de la concepción.
La medida en que una mujer desarrolla estrías está determinada genéticamente. Las estrías generalmente aparecen cuando se sube o se baja de peso rápidamente. El uso de cremas y geles puede hacer alguna diferencia. Afortunadamente, las estrías se decoloran con el tiempo y las marcas se vuelven de color blanco nacarado, pero no se broncean.
